En plena Navidad, una historia difundida en redes sociales generó tristeza, empatía y un fuerte llamado a la solidaridad. El protagonista es “Pituco”, un perro que actualmente vive solo en una zona de monte, rodeado de yuyales y muy cerca de la ruta, lo que lo expone constantemente al riesgo de ser atropellado, además de otros peligros como víboras y las inclemencias del tiempo.
Según relata la publicación, Pituco se encuentra en proceso de recuperación: su piel comienza a sanar, su pelaje a crecer y, poco a poco, también intenta recuperar la confianza en las personas, luego del daño sufrido en el pasado. Sin embargo, su situación sigue siendo crítica y necesita con urgencia un hogar que le brinde protección y cuidado.
Un rol fundamental en esta historia lo cumple Valeria Ielpo, quien con enorme compromiso y paciencia se acerca todos los días para llevarle agua y comida, y acompañarlo en su recuperación. Su accionar fue destacado en el mensaje original, agradeciendo que haya sido puesta en el camino de Pituco.
La publicación también hace un llamado a la reflexión en estas fechas, pidiendo paz para todos aquellos que sufren a causa de la pirotecnia, especialmente los animales, que viven estos momentos con miedo y angustia.
Desde DLP compartimos la historia de Pituco con la esperanza profunda de que alguien la lea y no pueda mirar hacia otro lado. Porque mientras seguimos con nuestras vidas, él sigue esperando entre el monte y el peligro, enfrentando cada día como puede. Difundir su historia también es una forma de ayudar, de hacerlo visible, de acercarlo a ese hogar que tanto necesita. Pituco no pide mucho: solo una oportunidad, una mano que lo saque del abandono y le enseñe que la vida también puede ser abrigo, calma y amor. Si sentís que podés ser ese final que todavía falta, escribinos por privado.
Diario La Paz