En el encuentro, que se realizó en Paraná se ratificó la presidencia de Garnier y se despidió del Consejo el referente nacional del cooperativismo y ex presidente de la entidad, Gonzalo Álvarez Maldonado, quien encabezó las luchas del campo durante el conflicto por la Resolución 125, integró la Mesa Ganadera, formó parte del Consejo Nacional de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) y presidió el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

En la Asamblea “también se confirmó la continuidad del mandato de José Miguel Laurencena, como vicepresidente”, indicó Garnier, quien señaló que “hubo algunos cambios como el Tesorero que será Luis Folmer y de vocales”.

Nuevos tiempos con desafíos para el cooperativismo

Sobre lo que vendrá, Garnier indicó que “son tiempos de cambio tanto a nivel provincial como nacional, por lo que vamos a tener que tener delegados para distintos entes con funciones representativas, para abrir canales de diálogo, para que el campo y el cooperativismo progresen”.

En ese marco, adelantó que Fedeco tiene buena relación con las autoridades entrantes en el gobierno provincial, sin embargo, consideró que “no será un año fácil, por lo que habrá que formar vínculos y presentar los planes de trabajo de Fedeco que coinciden con los de Coninagro”.

Al respecto, detalló que bregan “por un cambio único para tener estabilidad; la desregulación de los mercados de exportación (que tengan controles, pero que no estén intervenidos); y viabilidad y agilidad en lo que es el consumo interno”. Asimismo, opinó que lo que viene “no será fácil”, ya que apuntó: “No lo van a poder acomodar en un par de meses a todo esto, pero las expectativas están y pensamos que podemos trabajar bien”.

La situación del cooperativismo entrerriano

Por otro lado, el dirigente de La Paz contó que las cooperativas sindicadas en Fedeco están “en este momento con muchas dificultades”, pero “están saliendo de un proceso de agonía después de una sequía extravagante”.

En ese sentido recordó que las cooperativas trabajan para asistir a los productores, para que no se caigan del sistema: “A muchos hubo que refinanciarlo y otros refinanciarlo por segunda campaña consecutiva -porque venimos de tres años de sequía con un año último (2023) que fue ‘desastre’- pero tuvimos una campaña muy buena de trigo el año pasado y este año tenemos una buena, aunque campaña gruesa no tuvimos ninguna cooperativa, por lo que hubo que reacomodar al personal de nuestras instituciones (porque nuestra intención es no despedir) y esperamos (si el clima nos acompaña) un buen futuro, es decir, un 2024 con mejor posicionamiento de las cooperativas”.

Por otro lado, contó que la situación ganadera “está saliendo de la más profunda crisis que se conoce”, ya que dijo: “Los que estamos al frente de producciones no habíamos conocido una sequía tan grande y una crisis tan grave para la ganadería, puesto a que venimos de tres años seguidos consecutivos de sequía en este último que fue desastre y estábamos desprovistos de reservas. Se fueron ultimando todos los que eran las pasturas, hasta se perdieron las de alfalfa (que son las productoras por excelencia de forraje), pero se están reimplantando y la hacienda se está tomando su estado corporal otra vez (después de las lluvias que comenzaron entre mediados de septiembre y octubre)”.

Ahora, “tenemos el flagelo del río, aunque tenemos la ventaja es que habían quedado campos vacíos porque se habían desocupado por falta de pasto y hoy lo están tomando los productores que están saliendo de isla, proceso bastante ágil, pero la creciente fue muy inoportuna, porque no se espera en esta época, ya que, generalmente son en otoño y esta vez vino en primavera, por lo que se están reposicionando los productores con muchas dificultades”. Más allá de ese escenario, la ganadería tiene “mucha perspectiva y hay posibilidad de crecimiento”.

Fuente: AIM