Este lunes culminó una nueva edición del Curso Internacional del Grupo de Operaciones Motorizadas (G.O.M.), una de las formaciones tácticas más exigentes y reconocidas del país. En esta instancia, tres policías paceños lograron destacarse entre los 30 cursantes provenientes de ciudades de Entre Ríos, diversas provincias argentinas y también de Uruguay, llevando en alto el compromiso y la vocación que caracteriza a la fuerza de La Paz.

 Una vez más, La Paz demostró el nivel profesional de sus efectivos, que regresan a la ciudad con nuevas herramientas tácticas y un entrenamiento de élite, resultado de jornadas intensas donde el cuerpo, la mente y la disciplina fueron puestos a prueba sin descanso.

Desde la División Gia expresaron su reconocimiento a los cursantes: “Felicitaciones a los 12 nuevos integrantes de la Familia G.O.M. gracias por elegirnos para su capacitación y formación. Todo aquel que ve llegar un portador del Brevet del Águila y la Espada sabe que está viendo a alguien que ya conoce el infierno y que llegó para sacarte de ahí”. 

Y agregaron: “Nunca descansen en la comodidad ni en la mediocridad, que este sea el piso de su carrera y en unos años puedan regresar a enseñarnos todos los conocimientos que siguieron sumando. ¡Coraje y Disciplina!”.

Los participantes enfrentaron entrenamientos de alta exigencia que incluyeron técnicas de combate, fundamentos tácticos, módulos de custodia protocolar, y diversas materias diseñadas para fortalecer la toma de decisiones bajo presión. Entre ellas: Agentes químicos, Conducción segura, Mecánica ligera, Medicina de combate, Preparación física, Procedimientos policiales, Uso racional de la fuerza, Técnicas de reducción y Uso de armamento y tiro, entre otras.

El cierre del curso representa un logro personal para cada uno de los policías que lo completaron, pero también un orgullo colectivo para toda la comunidad paceña. Los tres efectivos locales regresan con una preparación superior, que eleva el estándar profesional de la fuerza y refuerza su compromiso con el servicio público.

A ellos, que hoy portan un símbolo reservado para quienes no le temen al límite: La Paz los reconoce, los acompaña y los felicita. Este logro no es una meta final, sino un nuevo punto de partida. Lleven su distintivo con humildad, con responsabilidad y con la certeza de que la comunidad confía en ustedes para ser la respuesta en los momentos en que más se los necesita. Porque la insignia que llevan no solo habla de lo que superaron, sino de aquello que están dispuestos a hacer por los demás. Y es esa entrega la que convierte su formación en un verdadero acto de servicio.

Diario La Paz