Roncaglia destacó un fuerte incremento en la actividad policial: 6.400 allanamientos en lo que va del año —1.140 vinculados a drogas— y más de 10.000 personas detenidas o imputadas. La magnitud de los procedimientos, señaló, ya desbordó la capacidad carcelaria. “Hoy no tenemos lugares en nuestras unidades penales”, reconoció, y explicó que se avanza en la ampliación de la Unidad Penal de Federal, aunque la burocracia retrasa los tiempos. En departamentos como Concordia, informó, casi cien detenidos permanecen alojados en comisarías por falta de cupo.

El ministro también se refirió a la necesidad de fortalecer el Servicio Penitenciario, que cuenta con unos 1.200 agentes para casi 3.000 internos. Planteó que la ampliación de personal es indispensable y reiteró que la provincia incluso ofreció tierras en Gualeguaychú para la construcción de una cárcel federal.

Otro punto central fue la coordinación con las Fuerzas Federales, un vínculo históricamente problemático en Entre Ríos. Roncaglia aseguró que hoy existe “un intercambio permanente” con Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y PSA. Durante la entrevista, informó incluso sobre un operativo simultáneo de 46 allanamientos en varias ciudades, con 500 efectivos de Drogas Peligrosas, en el marco de una investigación sobre el clan Latorre.

Otro eje central fue la prevención y el impacto social del consumo problemático. Roncaglia señaló que la drogadicción sigue siendo una deuda pendiente en materia de prevención y destacó el daño que provoca en los entornos familiares. “Muchos padres no pueden manejar a un hijo adicto. Se rompen vínculos, hay robos dentro de la propia familia. Esa idea de que el consumo personal no afecta a terceros es falsa”, sostuvo. Según explicó, no es inusual que familiares acudan a la Policía para pedir ayuda o incluso entregar a un hijo involucrado en hechos violentos.

El ministro también mencionó avances en educación y reinserción dentro de las unidades penales, con internos adultos retomando sus estudios y participando en capacitaciones laborales.

Finalmente, subrayó que mantiene diálogo con intendentes de todos los signos políticos porque “la seguridad no tiene ideología”. La fuerte demanda para ingresar a la Policía y al Servicio Penitenciario —“todos me mandan currículum”— refleja, aseguró, tanto la búsqueda de estabilidad como un reconocimiento hacia instituciones que hoy actúan con mayor visibilidad.

Con una provincia atravesada por tensiones estructurales, operativos crecientes y un mapa criminal que no reconoce fronteras, Roncaglia destacó que los avances logrados son fruto de un esfuerzo sostenido. Su conclusión final sintetizó el desafío: “Es una batalla de todos los días”.

Diario La Paz